Enseñar es compartir con el otro lo que se sabe

En este día, que celebra la labor del educador, invito a realizar una reflexión sobre el rol de maestro y aprendiz, pues participamos en nuestra vida siendo maestros y aprendices conjuntamente. Siendo aprendices de una forma sin forma: la existencia humana, la cual desde su condición compleja, variable, impredecible, sin duda alguna desarrollará en nosotros una maestría, un dominio, el de hacernos seres humanos. Dice un viejo refrán: Más sabe el diablo por viejo que por diablo… La maestría nace espontáneamente, con el paso del tiempo que se invierte en la experiencia consciente de la vida; allí donde tal vez no cabe maestrías, doctorados, PhD o título alguno, pues hay cosas que no aprendemos en la escuela o en academias, sino de aquellos.

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