Te has preguntado qué sabiduría guarda el territorio que pisas día a día? Quiénes eran aquellos que hacían ofrendas en oro para entregarlas a las lagunas como muestra de gratitud por la vida? Reconoces en tí alguna raíz indígena, la honras, ocupa un espacio en tu cotidiano? En esta porción del planeta habitaron pueblos que rendían culto a la naturaleza, a los elementos, al misterio.
Sus cosmogonías y saberes aún están vivos y se transmiten gracias a a sabedores y abuelos que quieren legarnos otra forma de vivir, cuidando la tierra, respetando la vida. Escucharlos es nuestro deber, pues vivimos en medio e una crisis ambiental sin precedentes, donde la sensibilidad es la llave para conectar con una conciencia que trascienda la idea de separación occidental de humano/tierra. Además, es parte de una ciudadanía amplia y rica que se nutre de la otredad y la reverencia escuchar a los mayores. Ellos están acá, han estado y estarán… El reto es escucharnos, aprender mutuamente y caminar como lo que somos, hermanos, hijos de la misma tierra.