Si hoy celebramos la independencia, qué significa ser independiente? La mirada de una empresaria
“La libertad de vivir la propia vida”
¿Quién nos ha dicho que asumir la vida adulta (ser libre e independiente) es estar atado a las responsabilidades de manera tortuosa, frustrada y dolorosa? ¿Qué ser independientes es sinónimo de no tener responsabilidades? ¿Qué nuestros resultados materiales y económicos son los únicos que determinan nuestro éxito?
Hace unos años decidí emprender un proyecto que me permitiera ser independiente y tener control de mi propia vida, al tener autonomía de decidir sobre mi tiempo, espacio, vestuario, entre otras cosas. Pero lo más importante es que disfrutara siempre mi trabajo y que este no fuera ese monstruo horrible que siempre me habían pintado, el cual no podía dejar y había que aguantar lo que fuera por las responsabilidades.
Durante este proceso he roto, dejado y transformado muchos de los acuerdos que tenía y que me habían inculcado. Incluí nuevas áreas de mi vida como indicadores de éxito, así: lo económico, la paz interior y la tranquilidad en la que vivimos, el poder de adaptación ante las distintas circunstancias, cómo me relaciono con los demás y como me responsabilizo de mi salud y bienestar. Eso ha significado soltar cosas que creía importantes, hacer las paces con mi pasado, observar y aceptar, aprender mil maestrías más que la de profesión titulada y equivocarme y seguir aprendiendo.
La vida es un viaje corto y con el pasar del tiempo, los años avanzan cada vez más rápido, por eso, he aprendido que hay que vivir intensamente, disfrutar de todas las bendiciones, estar tranquilos y gozar cada momento. El mundo nos brinda un abanico de oportunidades y por eso cada día queremos más libertad y hacer las cosas que nos apasiona, sin ataduras, ni cadenas. Hoy te invito que no pares de soñar y avanzar para que estos sueños se hagan realidad, haciendo siempre lo que te hace infinitamente feliz.
