Espacios que transforman situaciones difíciles en puntos de encuentro

Los límites físicos que aparecen con un diagnóstico de enfermedad crónica o letal determinan nuestra vida; aparecen el silencio y el miedo y se desencadenan emociones difíciles. En los espacios de encuentro sanador trataremos estos temas entre pares, orientados por personas que conocen de primera mano el cambio de vida que implica esta experiencia.

CasaOcho espacio de transformación provee un punto de encuentro entre seres humanos que se reconocen a través de la enfermedad como finitos y vulnerables eligiendo vivir esta experiencia con un profundo sentido humano. El proceso de la enfermedad requiere un manejo integral que permita la asimilación del nuevo estado vital, no sólo a nivel técnico y operativo (dieta y tratamiento) sino a nivel emocional y relacional, tanto para la persona como para sus seres queridos y el personal médico involucrado. La enfermedad debe tener espacios seguros y de confianza que permitan la expresión y la asimilación de la experiencia, a nivel personal y grupal, en relación a temas difíciles como diagnóstico, tratamiento, vulnerabilidad, miedos y muerte.

El dolor es una experiencia incómoda que hace parte de nuestra vida; además del dolor físico, solemos experimentar sufrimiento anticipado y miedo, con base en experiencias o ideas previas. En nuestras Jornadas, entregamos herramientas para el autocuidado y manejo del dolor, teniendo cómo eje central  la relación mental y emocional con el dolor y la relación establecida con el cuerpo. Por ello, trabajamos con herramientas prácticas de mindfulness, respiración, ejercicios de  escucha corporal y arteterapia, para procurar bienestar también en momentos de crisis. 

Además, tendremos un momento de encuentro desde los roles que nos convocan en torno a la enfermedad ya sea como pacientes o cuidadores, para compartir estrategias de autocuidado y tramitar el dolor desde lugares nuevos mentales, físicos y emocionales.

Nuestros seminarios son espacios de crecimiento personal en el que construimos conocimiento aplicado a la vida cotidiana, enriqueciéndola. 

Estos espacios ayudan a profundizar temas en torno la inteligencia emocional reconociendo nuestras heridas emocionales y teniendo herramientas de autoterapia que significan plenitud y paz con el pasado o, desde la inteligencia relacional, teniendo herramientas prácticas de comunicación asertiva, negociación y límites, que ayudarán en la calidad de vida de la persona enferma o de sus familiares.