Evolucionamos cuando nos atrevemos a salir de la zona de confort e ir más allá para aprender de la vida ¿te atreves?
Guerrero el que suelta las armas bajo las que oculta sus miedos y decide escuchar al que le resulta incómodo para entender sus razones y darles valor.
Guerrero el que sale de su zona de comodidad para hacerse uno con todos los demás seres humanos.
Guerrero el que escucha al que es diferente sin hacer gestos de reprobación. El que reconoce la virtud en los demás sin caer en adulaciones.
Guerrero el que no se ofende ni reclama por cada detalle pasajero de la vida pues guarda su fuerza para lo importante.
Guerrero el que escoge el camino de vencerse a sí mismo en vez de atacar a otros dándole razón a sus inseguridades.
Guerrero el que no permite que la herida de su ego se convierta en palabras o acciones que puedan herir a los demás. El guerrero actúa en favor de la paz y no se ofende en la guerra.
Guerrero el que reconoce y da espacio a sus emociones sin avergonzarse jamás de ellas. El que las expresa en libertad cuidando del otro.
Guerrero el que reconoce y diluye su propia acidez para entregarse al mundo con dulzura.
Guerrero el que entrega agradecimiento en vez de rechazo, el que ofrece alternativas en vez de reclamos.
Guerrero quien entiende que nadie le debe nada y que le debe todo a la vida.
Guerrero el que al sentir indignación, dolor, ira y rabia las mira de frente y sin huir, las respira y domina tomando de ellas la fuerza que se requiere para realizar actos nobles que transforman la causa profunda de alguna injusticia.
Guerrero el que entiende que todos los conflictos que percibe a su alrededor son también su creación y su responsabilidad y en conciencia la asume y trabaja entonces para transformarlas dentro de sí mismo.
Guerrero el que duda e indaga lo que los demás creen a ciegas, el que cuestiona pero reconoce verdad en todos.
Guerrero el que nunca habla a espaldas de otros, el que se mantiene despierto y con los ojos abiertos buscando la verdad sin ceder a la primera respuesta, el que no cae en la trampa de creer sin verificar, el que no se pierde en juzgar o suponer.
Guerrero el que teniendo un vasto poder no hace alarde de él y si lo usa es para permitir que el poder de otros florezca a su lado.
Guerrero el que no se deja convencer por las apariencias ni por el afán de ser o hacer y espera con calma la inevitable visita de las diversas formas de verdad.
Guerrero y maestro de la vida quien aprende a serlo sin haberlo sido y sin predicas ni propaganda educa y abre caminos a quienes le rodean desde su propio ejemplo. Cuando pienso en guerreros pienso en mi abuela. Madre de 8 hijos y ejemplo de inagotable servicio. A ella este escrito.
Autor: Anonimo